¿Qué es un SSD?

Primero  vamos a ir resolviendo algunas dudas, la primera es está pregunta tan importante. Los SSD (del inglés Solid State Drive) son dispositivos de almacenamiento de datos, al igual que un disco duro tradicional (HDD), que se han vuelto muy populares durante los últimos años. A diferencia de los HDD, los SSD no presentan partes móviles en su interior, algo que se traduce en varias ventajas como veremos más adelante. En el interior de un disco duro encontramos un circuito impreso (PCB) sobre el que se sitúan los chips de memoria NAND, la controladora, los conectores para datos y alimentación principalmente.

Los chips de memoria NAND son los encargados de guardar la información en un SSD, la controladora es la encargada de gestionar el funcionamiento del SSD (hace todo el trabajo negro)  por ello es el componente más importante para un mejor rendimiento y una mayor durabilidad. Finalmente, los conectores de datos y alimentación sirven para conectar el SSD a la placa base y a la fuente de alimentación respectivamente.

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Ventajas de los SSD

Tal como hemos visto los SSD carecen de partes móviles en su interior. Ello se traduce en un funcionamiento completamente silencioso y un menor consumo energético al mismo tiempo que se genera menos calor.

Sin embargo, la diferencia más importante y la que he convertido a los SSD en los dispositivos más populares es sin duda el rendimiento. La ausencia de partes mecánicas convierte a los SSD en unidades mucho más rápidas que los HDD, haciendo que Windows pueda iniciar en menos de 10 segundos y que los programas se habrán casi de forma instantánea. Los SSD también son capaces de ejecutar varias tareas al mismo tiempo sin una pérdida de rendimiento notable, algo que no puede decirse de los discos duros tradicionales.

Como ya hemos dicho, una unidad de estado sólido tiene multitud de ventajas sobre una unidad de disco duro, a continuación, les mencionamos otros puntos importantes:

  • Tamaño físico más pequeño: los SSD ocupan mucho menos espacio que los discos duros, especialmente en el caso de las unidades M.2 que son una pequeña tarjeta con un tamaño habitual de 22 mm x 80 mm. Una característica que es muy importante en portátiles y mini PCs.
  • Menor consumo de energía: al carecer de partes mecánicas, los SSD requieren mucha menos energía para funcionar en comparación con un disco duro. Esto es muy relevante en equipos alimentados por una batería, y en grandes servidores donde se usan cientos de unidades.
  • Mayor rendimiento: especialmente las transferencias de bloques pequeños que se utilizan para el procesamiento transaccional. Esto se debe a la ausencia de un cabezal que tiene que desplazarse hasta la posición adecuada. En los SSD todo funciona de forma electrónica, siendo mucho más rápido y eficiente.
  • Mayor fiabilidad: la ausencia de partes mecánicas hace que los SSD sean mucho menos propensos a las averías que los discos duros mecánicos.

Inconvenientes de los SSD

Ya conocemos las grandes ventajas de los SSD, sin embargo, el mundo no es de color rosa y donde hay ventajas también hay inconvenientes. El primero de ellos es un precio por GB mucho más elevado que en los HDD. A pesar de que la diferencia de precio por GB se ha reducido muchísimo desde que los SSD llegaron al mercado, lo cierto es que aún continúa siendo muy elevada, para hacerse una idea un SSD de 240 GB cuenta aproximadamente lo mismo que un HDD de  1TB.

 

 

 

Fuente: www.profesionalreview.com